Habitación

Posted On // Leave a Comment
No suele ser como otras veces que no se recuerda lo sucedido en la habitación, que a veces pareciera que la estructura y los objetos se tragaran las vivencias, aquí al contrario eran más sobresalientes por estos. Aquel baúl, de más de cien años, grande, de una madera tan fuerte como para crearlo antiguo durante toda la eternidad, no tenia cerraduras oxidadas, ni nada imperfecto, hecho con las ganas de permanecer, de ser; la cama hacía su aparición, era metálica, se predecía más efímera su paso por este mundo, todos se unían al resplandor de los rayos de sol de aquel cuarto que más parecía un cuarto de hotel playero cualquiera, daba la sensación de ser algo pueblerino, pero sin pertenecer del todo a ello. Despertó a mirar su alrededor, vio que sobrevivía una noche más, tenía pánico a dormir ya que sentía que cada vez que dormía podía ya no despertar, lo veía como un viaje del cual no podía regresar, lo que temía es que se quedara atrapada en una pesadilla de la cual no pudiera ponerle un alto, pero eso no lo era tanto, sino el mayor miedo que tenía era no poder despedirse de la gente que realmente apreciaba, que aunque después ellos siguieran su vida con fortaleza y quizá recordándola de vez en cuando, no hay nada como poder ver por última vez a las personas. Cada objeto en su habitación le recordaba un sentir de alegrías de su pasado, las tristezas eran vagas o realmente insignificantes; quizá estaba pasando por una mala racha, pero es sólo eso, no el fin.

0 comentarios: